No creo aventurado afirmar que el Encuentro, tanto a nivel organizativo y artístico como de asistencia de público, superó las expectativas. Artículos de prensa, entrevistas en la radio y alguna fugaz reseña televisiva también lo reflejaron. Acaso sea de interés señalar que este logro se consiguió desde el ámbito privado, con la colaboración de unas pocas empresas de la zona y, sobre todo, gracias a la dedicación de un grupo de entusiastas. Entre ellos los co-fundadores de la Asociación La Cilla, Ángel Molpeceres y Eva P. Luceño. El responsable de convocar a los artistas y luthieres, y de coordinar los conciertos y talleres, fue el músico Ramiro González. El juglar Crispín D'Olot ofició como Maestro de Ceremonias, disponible en todo momento como músico, recitador o cantante. Es obligado asimismo nombrar a la Asociación Tierra de Pinares, encabezada por el músico Luis Ángel Fernández. La cantante e investigadora de la música tradicional Rosa María Hernández ofreció un concierto para el que vino acompañada por todo su equipo.  Los artistas y participantes fueron, por orden cronológico:

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Crispín D'Olot (Juglar)

Ramiro González (Taller de zanfona)

Luis Ángel Fernández (Taller de dulzaina)

Laura Conejero (Taller de pandereta & Baile tradicional)

Elías Martínez & Luis Ángel Fernández (Concierto de dulzainas, acompañados por Tierra de Pinares)

Dani Fernández y su espectáculo "Flautasía" (flautas y william pipe)

Rosa María Hernández (Música y Danza tradicional)

Emilio Minguela, Exuperio Hernández y Arsenio Rincón (Canto tradicional "El alfoz de Olmedo y sus canciones")

Miguel Cadavieco (Concierto de rabel)

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Javi, propietario de la Librería Lope de Vega (Olmedo) acudió con su grupo de percusión africana que, sin más preámbulos, se puso a tocar en medio de la plaza. El pueblo castellano retumbó con ritmos tribales.

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En varios momentos del Encuentro, ambos escenarios estuvieron disponibles para todo artista, profesional o aficionado que quisiera hacer uso de ellos. No tengo constancia de sus nombres, pero aprovecho este espacio para agradecer su presencia y buen hacer.

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La práctica totalidad del plantel artístico, técnicos y luthieres renunciaron a su caché a cambio de participar en la experiencia de ver un pequeño pueblo convertido en espacio de encuentro para amantes de la música tradicional. Los gastos del evento, incluidas dietas y alojamiento para los participantes fueron sufragados por la Asociación La Cilla y por las empresas DFM Ebanistería; Inmobiliaria Olmedo; Puertas Júcar, S.A.; Gálvez Asesores; Elecol; Restaurante Alfábega; Autoescuela Molpeceres.

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Algunos vecinos de Fuente Olmedo ofrecieron casas y terrenos para que los participantes en el encuentro pudiesen pernoctar.​​​​​​​